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Mi filosofía

«Los momentos de mi vida en los que yo he crecido tienen que ver con los fracasos, los momentos de mi vida en los que yo he empeorado, tienen que ver con el éxito. El éxito es deformante, relaja, engaña, nos vuelve peor, nos ayuda a enamorarnos excesivamente de nosotros mismos, el fracaso es todo lo contrario, es formativo, nos vuelve sólidos, nos acerca a las convicciones, nos vuelve coherentes. Si bien competimos para ganar, y trabajo de lo que trabajo porque quiero ganar cuando compito, sino distinguiera que es lo realmente formativo y que es secundario, me estaría equivocando.»

«Uno vive y necesariamente necesita jerarquizar virtudes, decir estas son las virtudes que rescato de los demás y quisiera para mí, que respeto, que valoro. A mí el deporte me dio ese parámetro, yo aprendí por el deporte que la generosidad era mejor que la indiferencia, aprendí lo trascendente de la rebeldía.

Son los tres o cuatro elementos con que yo después trate de orientar mi vida. No necesariamente tienen que ser ellas las elegidas, pero sí es indispensable que uno sepa cuáles son las virtudes alrededor de las cuáles quiere vivir.»

«Estoy absolutamente convencido de que la fama y el dinero son valores intrascendentes. Pasa que claro, nos los describen con un peso tan significativo que parecería imposible resistirse a valorarlos. Creo que el espíritu amateur, el amor hacia la tarea, es lo único que vuelve satisfactorio el transito por el trabajo, cuando observo de que manera son descritos hacia el público las celebridades, los ídolos, lamento muchísimo que se jerarquicen esos tipos de cosas, que se los describan millonarios, que se los describan famosos, que se los describan extraídos de la realidad social, fuera del contacto con la gente común. Sí estoy convencido de una cosa: fui feliz cuando disfrute del amateurismo, fui feliz cuando crecí enamorado de mi trabajo, yo tengo un profundo amor por el fútbol, por el juego, por la esquina, por el baldío, por el picado, por la pelota. Y desprecio todo lo añadido, todo lo que le fueron agregando para convertirlo extrañamente en deseado. Para explicar un poquito mejor esto, se que la alegría de un triunfo en un partido dura cinco minutos, termina el partido y han una sensación de efervescencia, una sensación de la adrenalina al tope que genera excitación y felicidad. Pero son apenas cinco minutos y después hay un vacío enorme y grandísimo. Y una soledad indescriptible.»

«Quiero insistir con que mucho mejor es ser prestigioso que popular, que mucho mas importante es el recorrido con el que uno llegan a un lugar que el éxito o no que se obtenga en la búsqueda, que los hechos son mucho más significativo que las palabras, que demostrar es mucho mas importante que hablar, que hay que permitir que ingrese la información que riega nuestra parte noble y evitar que ingrese la información que estimula nuestro bajos instintos.»

«Nunca me deje tentar por los elogios, los elogios en el fútbol son de una hipocresía absoluta. El fútbol esta concebido así, tiene que haber una gran alegria o una gran tristeza. Derrota o victoria, sangre o aplauso son valores muy caros al ser humano. Entonces, en el fracaso sumo mucho la injusticia del trato, no logre nunca dominar eso. Siempre sufro mucho cuando perdemos y cuando soy maltratado, pero sí logre no creerme la duración del éxito. Como no se revisa por qué ganaste, da lo mismo, te adulan por haber ganado no porque mereciste ganar, por el recurso por el que ganaste, entonces tuve claro siempre que esa franela, porqué ese es el término, es impostora.»

«No permitan que el fracaso les deteriore la autoestima. Cuando ganás, el mensaje de admiración es tan confuso, te estimula tanto el amor hacia uno mismo y eso deforma tanto. Y cuando perdés sucede todo lo contrario, hay una tendencia morbosa a desprestigiarte, a ofenderte, solo porque perdiste, sólo porque perdiste. En cualquier tarea se puede ganar o perder, lo importante es la nobleza de los recursos utilizados, eso sí es lo importante, lo importante es el transito, la dignidad con que recorrí el camino en la búsqueda del objetivo. Lo otro es cuento para vendernos una realidad que no es tal.»

El autor de este texto, es la referencia de quienes lo tomamos como propio y lo adoptamos como guía en nuestra vida vinculada al deporte.